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Gran luneto «Aparición de la Virgen a Santiago» (Navarrete)

TÍTULO: “Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago”

AUTOR: Según autores es atribuído al pintor-dorador vitoriano Valentín de Arambarri

ÉPOCA: Finales s. XVIII (c. 1785), de estilo neoclasico.

LOCALIZACIÓN: Sacristía de la Iglesia Parroquial de la Asunción en la localidad de Navarrete

MEDIDAS: 454 x 498cm.

    El gran luneto que nos ocupa representa la advocación mariana de la aparición de la Virgen María al apóstol Santiago. Este episodio se recoge en el códice de los “Moralia in Job” de san Gregorio Magno que se conserva en la Biblioteca Capitular de la Seo de Zaragoza.

En dicho episodio se narra como la Virgen, portada por ángeles desde Jerusalén antes de su ascensión al cielo, se aparece al apóstol Santiago el menor y sus compañeros cuando éstos se encotraban en Zaragoza predicando el Evangelio. Una noche mientras oraban a orillas del Ebro un coro de ángeles les despertó y entonces vieron a la Virgen sobre un pilar; María le encargó expresamente a Santiago que edificase en ese lugar una iglesia de la que surgiría la Basílica de la Virgen del Pilar.

    El luneto es copia de una de las cúpulas que pintó Antonio González Velázquez, formado en Roma,  en 1753 en la Basílica de la Virgen del Pilar de Zaragoza.

Se puede apreciar en un primer momento un  “totum revolotum” de personajes y ángeles envueltos en un celaje dorado pero su iconografía es muy clara.

En la parte inferior derecha de la composición se puede ver la parte terrenal en la que se colocan Santiago apóstol y tras él los “convertidos” sobre un paisaje rocoso con un río en cascada. La parte superior, la celeste, se organiza con numerosos grupos de ángeles y querubines de los que algunos portan símbolos de la Letanía lauretana  mientras uno de ellos porta el pilar de mármol, atributo de esta advocación de la Virgen.

Aquí también aparece la figura de María que parece hablar con Santiago, arrodillado y le señala a Cristo en actitud de bendecir y a  Dios Padre que se encuetran en la parte superior cerrando  la composición. Sobre el conjunto se halla la paloma, el símbolo del Espiritu Santo.

     Este lienzo formó parte del proceso reedecorativo que se llevó a cabo en la iglesia de Navarrete en la década de los ochenta del siglo XVIII. Concretamente para la sacristía se contó con un arquitecto y pintor-dorador,  el vitorianoValentín de Arambarri, formado  en Madrid en la escuela de Bellas Artes de San Fernando, dentro del más puro academicismo propio de la época neoclásica. Este artista  de  renombre y prestigio se encargó, entre otras cosas,  de pintar al fresco los paramentos de la sacristía, además del lienzo; este conjunto decorativo fue contratado en 1785.